El tiempo normal para poder dormir es de media hora. Si no puedes lograr conciliar el sueño en este tiempo porque piensas sobre lo que paso hoy, ayer y lo que va pasar mañana, o te despiertas por cada ruido pequeño, seguramente sufres de síndrome de anomalía en el proceso de dormir.

 En el 95% de los casos, el origen de los problemas es emocional, debido a un alto grado de estrés y tensión. En algunos de los casos el origen del problema es debido a un descontrol de la tiroides o por reacción a algunos medicamentos o cambios hormonales en la menopausia.

Si ya se eliminaron las razones fisiológicas el tratamiento tiene que ser con métodos de relajación. Trata de llevar una rutina fija de sueño y aprender técnicas para tranquilizarte. Si se trata de una situación extrema hay que considerar que el doctor te recete sedantes.

Si te despiertas cada día de madrugada y no puedes seguir durmiendo, mejor chequea tu ánimo. El despertarse muy temprano (mucho antes de la hora habitual) indica síntomas de depresión. Hay que prestar atención si tu ánimo esta bajo, si te falta energía e interés. Sin embargo si te levantas feliz, no hay por qué preocuparse y seguro perteneces al tipo de personas que simplemente empiezan el día temprano.

Durante el día no sufres con problemas de respiración pero en la noche padeces de dificultades para respirar y te despiertas por sofocación. Puede ser que tienes problemas de reflujo, hay aumento en las secreciones gástricas produciendo la excitación de los músculos de la faringe,   ocasionando una sensación de asfixia, a veces esta sensación tiene que ver con ardores o ulcera.

También pueden ser razones emocionales como ataques de ansiedad que ocurre durante el sueño. Si esa es la razón probablemente sufres del problema también cuando estas despierta.

Cuando la razón es fisiológica, un doctor gastroenterólogo puede guiar para crear hábitos correctos de alimentación antes de la hora de dormir o recetar un tratamiento médico. Si las razones no son fisiológicas hay que consultar con un psicólogo.

Durante la noche el problema es de tu pareja pero durante el día es tu problema. Después de roncar terriblemente te despiertas con la boca seca y estas cansado durante todo el día. Puede ser que sufres de sobre peso o que la anatomía de la faringe sea estrecha.

El problema es que por unos segundos se deja de respirar y por lo tanto la persona se despierta por un medio segundo solo para respirar. Eso puede ocurrir muchas veces durante la noche dañando la calidad del sueño. Las personas que sufren de este problema están involucradas hasta 8 veces más que otras, en accidentes viales y accidentes laborales, también son propicias a cambios de ánimo y en hombres hay una baja en el deseo sexual. Este problema se puede diagnosticar solo en laboratorio de sueño.

En personas que tienen sobre peso es aconsejable bajar de peso y también usar una máscara especial sobre la nariz durante la noche (cpap).

Las pesadillas nos despiertan, pero el problema es que ya no podemos volver a dormir. Si las pesadillas aparecen con frecuencia (no hablamos de niños que para ellos las pesadillas pueden ser parte de una etapa), puede ser que sufres de algún trauma muy fuerte y hay que consultar con un psicólogo.

A lo mejor no estás consciente de esto pero te dicen que durante la noche gritas, caminas y hablas. De hecho sientes que dormiste de maravilla. Para este problema no hay tratamiento. Lo único que le queda hacer es evitar riesgos por esta actividad nocturna (cerrar puertas con llave y ventanas).

 Te duermes durante el día sin tener control. Hay varias razones para esto: falta de horas de sueño, problemas respiratorios en el sueño o simplemente necesitas  fisiológicamente más horas de sueño que otras personas. En casos raros puede ser una enfermedad neurología genética muy singular llamada Narcolepsia.

Normalmente para tratar el problema es suficiente agregar una hora más a tu sueño. En otros casos puedes consultar   con un experto en hábitos correctos de sueño o tratamiento con medicinas. 

• Voy a dormir muy tarde o temprano